VERANO 2014

Mar del Plata.

Me toco compartir junto al AVO, en ”portugués” abuelo, un montón cosas que no pensamos que en este verano íbamos a tener que vivir, no teníamos tiempo para pensar en nosotros dos a pesar de que estábamos juntos en una ciudad soñada, junto al mar con muy buen clima cosa rara, en un muy buen hotel en pleno centro de Mar del Plata, pero como dice el refrán Dios aprieta pero no ahorca, llegaron los mimos, las caricias, los besos los abrazos salvavidas, de la inocencia y del amor pequeñito como lo es nuestro nieto, el nos obligo a pensar en otras cosas, el estaba de vacaciones, ”nosotros no” y así sin querer nos fue llevando como siempre de la mano por caminos que habíamos dejado de recorrer, el camino de la inocencia, he hicimos un párate…nos dedicamos a él, el nos saco de nuestros silencios,  de nuestras preocupaciones, de nuestro dolor, el fue la vida misma en el peor momento de la misma, comenzamos a subirnos al Trencito de la Alegría..cantamos y bailamos, fuimos a ver los Dinosaurios… subimos a la Calesita… tomamos helados, comimos hamburguesas, y así siguió nuestro verano….

y llego el momento del teatro, y fuimos a ver TUK un musical  de los derechos del niño, y llegamos con nuestro nieto, su carita de asombro su ansiedad, ocupamos la primera fila cerquita del escenario, y comenzó la obra, y sus manitos pequeñas aplaudían con fervor, cinco personas en escena, cinco grandes en escena, yo siempre le hablo a Kevin de las hadas y de los duendes y para mi asombro esta es la historia de un DUENDE. UN DUENDE QUE COMIENZA SIENDO DE TRAPO,  Y POR ARTE MAGIA COBRA VIDA.  Y uno retrocede a la infancia aquellos cuentos que nos contaban nuestros abuelos, ahí estaba Campanita, la inolvidable campanita quien no ha soñado con ella. ¿Quien no quiso encontrarla alguna vez? ¿Quien no quiso volar con Peter Pan… ¿Qué nena no soñó con ser Blanca nieves? Y los duendes esos seres mágicos, que despiertan nuestros sentidos e imaginación, y ahí frente a nosotros había uno, cobraba vida cantaba bailaba, nos emocionaba con su actuación... 
ESE duende se llama FRANCO RAU. Un profesional que desinteresadamente le puso alas  a los sueños de miles de niños emocionándolos hasta las lagrimas y riendo con la inocencia de su edad, un duende, una estrella,  un ser humano en mundo de fantasías, creado con los ojos de un niño, yo en nombre de Kevin Alexander de doy las gracias a esos cinco grandes artistas por darle forma  a un sueño, el sueño de las hadas y de los duendes que a un viven en el corazón de grandes y chicos…!!!!Gracias!!!.