Un santuario Nacional.
Estando en Necochea Pcia de Bs. As. algo distinto me paso muchas veces
escuche a lo largo de mi carrera y otras tantas veces hable de Él, por motivos
inexplicables de la vida también llego a mis manos su figura y su oración, le pedí,
le roge, le ofrecí, compre su ofrenda y por una cosa u otra nunca pare en las
rutas de mi país para entregársela, pero lo extraño de esta anécdota es que el
vino a buscarme, en el hotel donde paramos vimos una camioneta con una inmensa
cruz estacionada en la puerta, pensamos que se trataba de Jesús, no fue así el
estaba ahí esperándome diciéndome aquí estoy vos no viniste a mi pero yo vengo
por ti. y la sangre se me congeló en mis venas, la emoción me embargo y como
dicen las “abuelas” “creer o reventar” no lo podía creer….pero como si a esta
historia le faltara algo con él estaba un gaucho sanador devoto hasta la medula
que con mucho sacrificio lleva adelante EL SANTUARIO NACIONAL-que esta ubicado
en Alejandro Korn-San Vicente-ruta 210, Km
42, me llamo la atención su ropa de rojo llamativo, de boina y camisa roja, digno
de destacar con una paz infinita e irradiaba cordialidad, me acerque a él le pedí
de tomarle unas fotos a la cual accedió y me dijo su nombre con orgullo yo soy Rubén
Alfaro, el encargado de difundir los milagros del GAUCHITO GIL, y ahí caí el
porqué de su ropa, la cruz en la camioneta, tapada con un manto rojo, al día
siguiente lo entronizaban en un santuario a la vera de la ruta en la ciudad de Necochea
y como periodista tuve la satisfacción de cubrir la nota donde se nos unieron
gauchos a caballos con sus típicas ropas, gente de a pie, y una larga caravana
de autos, artistas callejeros con acordeón y guitarras gente bailando en el
pasto toda una fiesta y estaban los otros chicos en sillas de rueda, gente con
distintas capacidades, que pedían se tocados por las manos de Rubén Alfaro,
aquí se puso de manifiesto la fe de las personas, dos gauchos comprometidos con
la vida, con la esperanza, con fe, con la gente me conmovió el alma. En la
vorágine del trabajo no me di cuenta de la magnitud de lo que me había pasado,
después en la soledad de mi estudio lo comprendí, yo también estoy destrozada,
primero por mi enfermedad y después por mi hijo, el esta pasándola mal. Muy
mal. Y he pedido por el Dios todo poderoso, a la Santísima Virgen, a cuanto
santo se me cruzo en el camino y al Gauchito Gil, y como dije antes nunca le
puse su ofrenda al costado de algún santuario en el camino y el vino a mí. y
por el conocí a Rubén tan cálido tan contenedor, le conté la verdad le conté
sobre mi hijo, le hice una nota y prometí que si el gauchito me saca de este
mal momento, yo también difundiré su mensaje, pero lo más emocionante fue ver
la gente con que devoción seguían a la caravana rumbo a la entronización, y
cuando llegamos fue nuevamente una fiesta la gente cantaba, bailaba Asia sus
ofrendas y sus pedidos, pero cuando lo irguieron delante de mi me quebré, no me pregunte el porqué, lo
ojos se me nublaron y las lagrimas se apresuraron en salir como una tropilla
desbocada mi corazón galopaba desbocado en mi pecho, un contador que estaba
junto a Rubén se me acerco trato de contenerme, me explico que esa catarsis de
llanto era sanación, me ofreció una vela consagrada la cual puse a los pies del
Gauchito y por fin pude colocar mi cinta roja que tanto tiempo había guardado,
por fin había cumplido mi promesa, ahora espero con profunda fe que él me tire
un pial como dice la gente de campo, mi corazón y mi alma espera pero ya no con
tanta desesperación algo cambio, sé que no estoy sola. La vida Dios como
quieras decirle nos pone a prueba, también pone a prueba nuestra fe, yo todavía
puedo creer, porque a un tengo a mi hijo con vida, lo puedo mirar a los ojos,
puedo sentir su piel, puedo amarlo profundamente como solo una madre puede
amar…hoy digo gracias DIOS. Gracias GAUCHITO por cruzarte en mi camino el
Señor nos cruzó
en esta vida vaya a saber por que……
