"CRONICA DE MI CIUDAD Y MI GENTE"

CRONICA DE MI CIUDAD Y MI GENTE

jueves, 1 de mayo de 2014

PIES Y MANOS.


 Me puse a pensar en la importancia de nuestros pies y manos y en mi alma se despertaron estos recuerdos que quiero compartirlos con quien quiera leerlos, así nacemos con los ojos cerrados tal vez porque no queremos ver el mundo en que no va a tocar vivir, con la piel arrugada como presagiando la vejez, con nuestras manos apretados por la impotencia, llorando desconsoladamente por que nos arrancaron del vientre de nuestra madre cálido nido de paz y amor y nuestros pies gorditos y chiquitos que movemos como si quisiéramos salir disparando. En este libro de la vida nos toca a todos escribir nuestra historia, hoja por hoja, día por día, y así como descubrí un día que tenia manos, pero no sabía utilizarlas y descubrí que tenia pies, y me di cuenta que podía caminar en cuatro patas” el famoso gateo” hasta que unas manos me ayudaron a pararme en la vida, me enseñaron a caminar, y descubrí el sentido de mis manos, y aprendí a usarlas con ellas cocine, amase, pinte acaricie y ame, con ellas te tome entre mis brazos y te acune, con ellas calme tu llanto, con ellas cambie tus pañales, con ellas te di de comer, te tome de la mano y te enseñe a caminar, te paraste sobre tus piecitos temblorosos y antes de caminar ya querías correr, y vos también hijo mío descubriste tus pies y tus manos, y juntos transitamos por la vida y escribimos una página más en el libro de la vida, hoy te veo ser un hombre y formar tu familia dar vida hoy tenes vos un hijo quien iba a decirlo si parece que fue ayer cuando te acuna en mi brazos….hoy le enseñas vos a ese ser pequeñito a pararse en sus pies, me emociona hasta las lagrimas verte feliz, y verlo feliz, el corre hacia nosotros y nos llena de abrazos salvavidas en el momento justo de nuestras tristezas, nos cubre de besos en su inocencia infinita y nuestro día se ilumina, el es la campanita de la casa, es la luz que el Señor nos dio en la vejez, sus patitas descalzas retumban en nuestra casa, y que sola y fría se siente cuando el no está.
Y estas vos mi gran amor aquel con quien forme esta familia, hace tanto tiempo que estamos juntos, cuantos sueños compartimos, cuantas ilusiones ¿no? que jóvenes que éramos queríamos atrapar el mundo y en un beso de amor compartirlo en nuestras bocas y fuimos creciendo juntos armamos nuestra casa pequeñita pero ¡que linda que era ¡ cálida acogedora  nuestra y nos amamos y nuestras manos se deslizaban por nuestros cuerpos conociéndonos, y juntos caminos por esta vida, y escribimos unas cuantas páginas más en el libro de la vida, desdichas, penas, tristezas, alegrías, amor, navidades, cumpleaños, aniversarios y siempre juntos, tan juntos que ni la misma muerte no podrá separarnos. Y ahí estaban tus manos fuertes trabajando incansablemente para llevar el pan a casa, tus manos tan amadas por mí, ahí están tus manos sosteniéndome siempre y acompasando tus pasos mis pies, ahora ya están cansados de andar y andar, tus manos y manos se juntas y se perfilan las arrugas, hemos envejecido juntos contra todo pronóstico desalentador y Dios sabe que si volviera a nacer me volvería casar con vos, porque sos ese gran AMOR que toda mujer desea, hoy en la vejez seguimos andando con nuestros pies cansados y tomados de la mano  algún día cuando el Señor lo diga estaremos en alguna estrella juntos iluminando a nuestro hijo en la última página de este libro que hoy escribimos


No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Ahora es tu turno