La Cautiva

Como se dice adios sin mirar atrás, como se dice adios sin hacer un balance de todo lo vivido, hoy me suelto de tu mano y me voy, pensé que iba a ser fácil, pues no lo es…
Una sucesión de imágenes invadió mi mente y me hizo temblar el alma, vi pequeño, a mi hijo jugando en la calle polvorienta, jugando a la bolita, remontando un barrilete, andando en su karting solito, por que no había nadie, no teníamos vecinos, dolía la soledad, dolía mucho pero aprendimos a vivir con ella, aquí en Río Salado, el mas bravo de los ríos, aquí paso su infancia, aquí fue a la escuela rural de Villanueva, ahí pasaba casi todo el día: entraba a las ocho de la mañana y salía a las diecisiete horas, volvía caída la tarde con el micro de larga distancia único medio que cruzaba del apeadero al pueblo, llegaba cansado pero feliz por que había estado con chicos de su misma edad.
Nunca faltaba aun con la tormenta mas brava; los otoños eran calidos de soles tibios, cortos atardeceres, pero el invierno …¡que cruel es el invierno!-eran esos fríos bajo cero, que te calaba los huesos, su carita se paspava con tanto frío, sus manitos se congelaban al punto de doler la piel y si llovía no tenias donde repararte hasta la llegada del micro excepto algún árbol que te cubriese con sus ramas, salías de la casa y estaba todo escarchado la niebla no te permitía ver nada, me dolía el alma al levantarlo de la cama, pero el lo hacia feliz, así entre inviernos y veranos interminables, de soles que parte la tierra, de polvo que levanta el viento, así fue creciendo mi niño hasta que se hizo un hombrecito, alimentado con leche ordeñada al pie de la vaca, alimentando las crías de los animales guachos, respetando la vida, entre los sabores de los dulces caseros que mama le hacia, el pan caliente en las mañanas con buena manteca miel o dulce de leche los sabores naturales que solo te da la vida y la magia que en ella encontrase de ver nacer un corderito, un pájaro, un avestruz, un ciervo cuidarlos y quererlos, aquí los valores son otros, no se mata por matar, no se destruyen los árboles, ni se matan los pájaros, aquí se valora la vida.
Nuestra amada perra bóxer… se criaron juntos compañera interminable de sus juegos y paseos, compañera inseparable siempre junto a nosotros ,atenta para defendernos, con una inmensa mirada de bondad, el amor se desbordaba en su mirada, pero a ella también un día, Dios-la llamo para que juegue en sus jardines y haga feliz al Señor, hoy anda saltando de estrellita en estrellita en el cielo de los perros, por eso cuando miro el cielo se donde te puedo encontrar, te quedaste dormida para siempre ente mis brazos, no me va a alcanzar la vida para dar gracias a Dios de ponerte en mi vida, tanta felicidad me distes, tanto amor, compañera de mis silencios, de mis penas, de mis amarguras, de mis soledades, hoy levanto los ojos al cielo y se que estas ahí, en la estrella mas bella mirándome, esperándome, cada cosa en esta casa “La Cautiva” la recuerda, su imagen surca el aire de la siesta, siento su aliento en las noches y sus pasos juguetones en la tarde invitándome a jugar casi no puedo nombrarte Blaky-por que la perdida física me invade el alma y me nubla los ojos, mi negrita amada…siempre vas a estar en mi…se que cuando parta hacia el infinito vos …vos vas estar esperándome y vamos a volver a esta juntas por gracia del Señor.
Hoy parto para siempre del apeadero del Salado, paso la juventud...Estamos grandes...llega lenta pero segura la vejez y las enfermedades, las necesidades son otras, el pequeño hijo se transformo en un hombre, con su propio retoño, lleno de valores que solo aquí en el campo se pueden mamar, estoy orgullosa de el es simple y sencillo como las cosas buenas de la vida.
Me voy se abre el portón y me cuesta salir, miro mis calles de tierra llenas de árboles que se mecen ondulantes con el viento, se levanta un fino polvo que se hacen remolinos en algún lugar del campo, repaso lentamente con la mirada mis pájaros que vienen al patio de tierra y pasto a comer miguitas de pan y agua que les pongo para ellos, mis queridos colibríes que beben con avidez el néctar de las flores, todo esta en armonía con Dios y con la naturaleza, y yo…y yo parto todavía no se a donde,..Con el amor de mi vida.-me voy-donde el destino nos lleve…atrás va quedando mi casita...La Cautiva —un pedazo de nuestras vidas, la infancia provinciana de mi hijo se amontonan los recuerdos y se anudan en la garganta... ¿Como se parte sin mirar atrás? ¿ sin reflexionar?-y allá voy por la avenida del río, cubierta de sombra de los tilos, una vez mas con mi libro y con mi pena—hasta siempre Cautiva—que parte importante fuiste en nuestras vidas…¿Cómo se dice adiós?. Decime como….