"CRONICA DE MI CIUDAD Y MI GENTE"

CRONICA DE MI CIUDAD Y MI GENTE

viernes, 24 de febrero de 2012

UN DOLOR QUE DUELE EN LAS ENTRAÑAS



Siento impotencia, angustia, vergüenza ajena, cuándo veo en mi país que siempre el que más sufre es la gente humilde aquella que se levanta a las 5 de la mañana para viajar en pésimo estado tanto en micros, colectivos y trenes y créanme que no se levantan por deporte si no para ganarse el mango y darle de comer a sus hijos, son obreros, son estos mismos obreros de los que se acuerdan los políticos cuando están en campaña y les prometen el oro y el moro después se olvidan y siguen viajando como ganado …no perdón el ganado viaja mejor,..Estos también son argentinos y argentinas… ¿o no lo son?
Eran las 8.33 Hs, cuando un tren de la línea Sarmiento procedente de Moreno (conurbano bonaerense) con más de 1000 pasajeros a bordo no pudo frenar, por que los frenos no funcionaban como debieran se impacto con el paragolpes de contención del andén de la estación del once provocando la tercera mayor tragedia ferroviaria del país. El impacto de la formación que ingreso de acuerdo a las pericias a 26 Km por hora afecto a 8 vagones pero en especial a los dos primeros donde se concentraba la mayor cantidad de la gente que habitualmente se traslada cuando van ingresando a la estación para salir con rapidez hacia el hall de entrada.
Pero resulta que ahora después de sacar al maquinista de los hierros retorcidos de la maquina que conducía y al guarda en estado gravísimo ahora son los responsables de semejante tragedia, no es la falta de mantenimiento, no es que la gente viaja mal, se quejan por solo molestar, realmente a los funcionarios que tanto piensan en el pueblo argentino, este es un tema que me podría explayar mucho mas, pero simplemente quiero decirles a todos los que viajaban en ese tren que lo lamento en el alma, qué Dios les de la fuerza para salir adelante, y que ese mismo Dios en el que creemos todos haga justicia divina con esta gente que debería cuidarnos a todos y no solo llenarse las arcas con nuestro sudor. QUÉ EL SEÑOR LES DE PAZ.

UN

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