Cuando nos paramos frente al espejo para observarnos y comparar como fuimos antes en la adolescencia, a los 30 y ahora... ya casi pisando la vejez ¡guau! que termino "vejez" (que feo suena ¿no?) y sobre todo observo mi rostro como se fueron perdiendo las facciones los estudio, lo toco, surgen imagenes juveniles y recuerdos .
El espejo amigo en la juventud, aquel que devolvía una imagen esplendorosa, aquel al que le coqueteaba, aquel al que le mostraba mi mejor vestuario, aquel al que le preguntaba ¿estoy linda?.
El espejo sigue con sus locas imagenes a través de épocas no tan lejanas , mostrando los cambios producidos, las mujeres nos liberamos con el tiempo, nos cortamos el cabello, lo teñimos, nos adornamos con vinchas, hebillitas, collares, pulseras, maquillajes llamativos, nos ceñimos los pantalones, calzamos botas, y nos acortamos la pollera y... llegó la minifalda para alegría de los hombres y el horror de nuestras abuelas.
Pero ahora amiga volcamos nuestro entusiasmo en rendirle culto al cuerpo hacemos dietas, dieta de la luna, de la medialuna, de la luna entera, de la naranja, de la sopa, del tomate, y así podría nombrarle un sinfin de dietas...ah eso si, acompañada de gimnasia y con estricto control de peso, "hay que quemar calorias" y ahi aparecen las calzas, los short, las zapatillas con brillitos, como botitas, tipo leopardo, bueno en fin, aparecen las zapatillas, las mallas de baño... se acortan, surgen las dos piezas ¡che que antigua! y las mas audaces haciendo culto a cuerpo (que nosotras como mujeres no queremos ni mirarlos y le taparíamos los ojos a nuestros hombres) lucen bikinis, tangas y cola less.
Se broncean ante las miradas horrorizadas de madres y abuelas y de la gente "bien"viste.
Y el espejo sigue su alocada carrera por el tiempo, el tiempo de nuestras vidas, hoy la mujer ocupa un lugar importante en la sociedad, es jefa de hogar, trabaja , es empresaria, estudia lo que le interesa, conduce vehículos, cría a sus hijos, compite permanentemente...
que lindo es ser mujer, llevar esa belleza interior, esa armonía del ser espiritual, mujer... que palabra tan grande, dadora de vida, madre, con el bagaje de sus sueños siguen adelante y permanecen fieles a sus ideales , con o sin mañana con esperanza, sin detenerse a vislumbrar la eternidad , sabemos que después de todo la eternidad es hoy, pero hoy frente al espejo, vos sabes que lo andaba esquivando, no me gustaba lo que veía, no me gustaba la imagen que me devolvía, y me preguntaba angustiada adonde quedó la piba aquella que coqueteaba con ele espejo, pero al mirarme detenidamente , al observar mis canas, mi mi lenta pero segura vejez , comprendí que estoy viva, viva que no es poco, llegue a la conclusión que al haberme sentido aceptada, querida, amada y respetada por toda mi familia tuve la seguridad para desenvolverme en la vida sin complejos.
Pero también te digo que tenemos el alma y el espíritu para embellecer y no hay espejo que te lo muestre y para esa belleza no hay dieta, ni ganancia ni bisturí, no necesita cirugía y así, no envejecerá jamas.
Cierro los ojos un instante y el espejo desaparece lentamente, se esfuma, lo despido casi sin querer, internamente le doy las gracias, que útil fue este paseo inolvidable por el tiempo, por mi vida; que con solo cerrar los ojos se detiene el el tiempo a florecer y me siento feliz por que ya no tengo edad, ni vejez...
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