Hay momentos de nuestras vidas, en que no
sabemos por qué reflexionamos sobre las pequeñas cosas de la vida, esas que
cotidianamente las tenemos a diario y pasan desapercibidas.
Hoy pensé en los abrazos esos abrazos de todo
tipo, están los abrazos de encuentro esos que te están esperando dándote la
bienvenida, algún lugar donde tanto te extrañaron. Están los abrazos
interminables aquellos que no quieren dejarte partir, aquellos que se niegan a
tu ausencia. están los abrazos de amor aquellos que expresan cuanto te aman,
cuanto te necesitan, los abrazos cariñosos de los amigos diciéndote aquí estoy
amiga mía. Están esos que te aprietan tanto...tanto...que no podes respirar
pero que lindos son...los abrazos que no les prestamos atención ¿vistes?-porque
son cosas de todos los días, pero cuando no los tenemos cuanto lo necesitamos,
¿verdad? cuantas veces te paraste frente a un espejo y te planteaste lo sola
que estabas, cuantas veces saliste a la calle y vistes a aquella pareja grande
abrazados caminando por la vida y cent istes un poquito de envidia por que vos
ya no tienes a tu pareja al lado, y así te podría enumerar infinidad de abrazos
cotidianos que no nos damos cuenta hasta que nos faltan. Hoy pude comprobar
cuan afortunada soy en esta vida he pasado por momentos muy bravos y siempre he
tenido un abrazo reparador, que lindo es sentir ese calorcito cuando te
estrechan contra su pecho, y tu pena es su pena...tu alegría es su alegría...tu
tristeza es su tristeza...Todos los que te aman está ahí... ¿te distes cuenta?
pero hay un, solo abrazo que no puede pasar desapercibido es aquel que te da tu
hijo cuando te dice mama te amo, y el inevitable abrazo de la persona que comparte
tu vida aquel que elegiste para amar en las buenas y en las malas--ese hombre
te da el más bello abrazo...ese abrazo que cuando te rodea tu cuerpo es el
abrazo salvavidas por excelencia. Hoy me he dada cuenta cuan afortunada soy en
esta vida al tener los abrazos de los seres que amo.